Estos días hay en España cientos de familias con chavales en edad escolar (de 5 a 17 años) que no meten libros de texto en las mochilas de sus hijos. Ni los han comprado. No es por la crisis, sino porque los colegios e institutos en los que estudian sus hijos apuestan por una educación basada en proyectos experimentales que, en su opinión, predisponen a los niños al aprendizaje.
Las mochilas pesan poco en el colegio La Navata, el Trabenco o el Palomeras Bajas (Madrid). Y en el Norai o el Vallseca, de Palma de Mallorca, el Virgen de Monserrate, de Torremendo (Alicante) o el Amara Berri, de San Sebastián. Son algunos de los centros públicos que han renunciado a los libros de texto. Son poquitos aún, pero representan una experiencia a la que cada vez se suman más centros.
- Estos centros apuestan por un currículum basado en proyectos cooperativos y experimentales que predisponen a los niños al aprendizaje.
- Consideran los libros de texto desfasados, limitadores y unidireccionales.
- Un centro sin libros de texto no es un centro sin libros ya que la biblioteca es la joya de la corona.
Por otra parte, un grupo de profesores de la enseñanza pública está elaborando materiales curriculares gratuitos y colgándolos en la Red. Crean una especie de libros de texto que ellos prefieren llamar «apuntes del profesor». Son profesores con experiencia en las aulas y su material está adaptado a las características de los alumnos de cada nivel y a los currículos oficiales. Los apuntes ya elaborados ( matemáticas, lengua y conocimiento del medio), explican en su web, están ajustados al currículo de la Comunidad Autónoma de Madrid. Y pueden ser descargables aquí.